Los aspectos nutritivos básicos de la cúrcuma incluyen un 26% del valor diario en manganeso y un 16 % de hierro. También es una excelente fuente de fibra, vitamina B6, potasio y cantidades saludables de vitamina C y magnesio.

Los beneficios a la salud de la cúrcuma incluyen una habilidad mejorada para digerir grasas, reduciendo gases e hinchazón, menos congestión y un mejoramiento en las condiciones de la piel como eczema, psoriasis y acné.

La cúrcuma ha sido usada como un poderoso anti-inflamatorio en la medicina China e India desde milenios. La curcumina, el agente farmacológico principal en esta especie, contiene efectos comprobados en esta área que son comparables a productos sin recetas anti-inflamatorios así como algunos medicamentos prescritos. Pero la curcumina no produce el efecto tóxico que las drogas sintéticas a veces dejan, como la formación de úlceras, sangrados internos, y hasta una reducción en los glóbulos blancos.

Más beneficios a la salud reportados sobre la cúrcuma incluyen el alivio de dolores en las articulaciones, como la artritis reumatoide, menos inflamación en las articulaciones, y más rango de movimiento en su uso frecuente.
Investigaciones también sugieren que la cúrcuma puede ayudar en el tratamiento de enfermedades inflamatorias de los intestinos, reduciendo el colesterol, protegiendo al corazón, aliviando indigestión, mejorando el funcionamiento del hígado y hasta previniendo la enfermedad de Alzheimer.

La prevención de cáncer y el inhibir el crecimiento de células cancerígenas – específicamente del cáncer de mama, colon, próstata y pulmones, así como la leucemia infantil – también están en la lista de los posibles beneficios.